La cirugía de reducción mamaria o mamoplastia de reducción consiste en reducir el tamaño de las mamas quitando el exceso de grasa, tejido y piel, dejando unos pechos menos grandes. Unos senos demasiado voluminosos pueden acarrear ciertas incomodidades personales, problemas de espalda, hombros e incluso desviaciones a la columna. Con esta intervención se logra un tamaño adecuado con las proporciones del cuerpo, reforzando la seguridad y autoestima de la paciente. Es una cirugía que se realiza con anestesia general y veces puede ir acompañado de una mastopexia.
La intervención
Se realiza una incisión en el pliegue mamario en forma de T, a través de la cual accede a la grasa del pecho, eliminando su exceso. También reduce la glándula mamaria y prescinde de la piel sobrante. Posteriormente, vuelve a colocar la aureola y remodela el pecho, dándole el aspecto más natural posible. Finalmente, sutura la incisión de manera subcutánea con hilo reabsorbible.
La intervención
Se realiza una incisión en el pliegue mamario en forma de T, a través de la cual accede a la grasa del pecho, eliminando su exceso. También reduce la glándula mamaria y prescinde de la piel sobrante. Posteriormente, vuelve a colocar la aureola y remodela el pecho, dándole el aspecto más natural posible. Finalmente, sutura la incisión de manera subcutánea con hilo reabsorbible.
Cuidados después de la intervención
Se debe usar una venda durante 24 o 48 horas. Luego se debe usar un sostén post operatorio durante un mes. Se deberá realizar reposo durante 10-15 días, tiempo durante el cual no podrá realizar algunas actividades cotidianas, como conducir. Un mes después de la intervención, podrá recuperar su rutina con normalidad, e incluso podrá realizar ejercicio físico.
Contraindicaciones
No se recomienda en mujeres con problemas de coagulación, enfermedades crónicas, sistémicas, autoinmunes, embarazadas, amamantando, ni en menores de edad. Si la paciente fuma o bebe alcohol de manera habitual también debe consultar al especialista.