• Mejoría de las condiciones anatómicas del paciente: pérdida de peso justo antes de la intervención -> dieta de entre 5 a 10 días.
• Mejoría de su estado de forma cardio – pulmonar -> caminar 1 hora al día; trabajo respiratorio con inspirómetro.
• Disminución del riesgo vascular / posibles trombosis -> medidas antitrombóticas ajustadas a la patología de cada paciente.
• Ajuste de la medicación necesaria para resolver sus patologías actuales -> ajuste de la diabetes, consiguiendo mejorar la glucemia para la operación; ajuste de la hipertensión, mejorando su control antes de la intervención.