El sudor excesivo, también llamado hiperhidrosis, se produce por una falla del sistema nervioso simpático que estimula en exceso las glándulas sudoríparas. Para combatir el sudor existen diferentes alternativas que van desde medicamentos orales hasta tratamientos médicos como el uso de toxina botulínica que bloquea el trabajo de las glándulas sudoríparas o la iontoforesis que reduce la transpiración mediantes impulsos eléctricos. En casos más severos existe la opción de extirpar las glándulas sudoríparas a través una cirugía.
Es posible controlar de manera eficaz el exceso de sudor
Procedimiento sencillo, rápido e indoloro
Tratamiento ambulatorio, el paciente recupera su rutina diaria tras la sesión
Aumenta la autoestima del paciente
La intervención
El especialista inyecta bótox en la zona a tratar (axilas, manos y pies). Se trata de que la toxina frene el exceso de sudoración que se produce en estas partes del cuerpo.
La intervención
El especialista inyecta bótox en la zona a tratar (axilas, manos y pies). Se trata de que la toxina frene el exceso de sudoración que se produce en estas partes del cuerpo.
Cuidados después de la intervención
El tratamiento no requiere de cuidados especiales, salvo que se haya realizado en las manos. En este caso el paciente deberá evitar conducir después de la sesión.
Contraindicaciones
El bótox está contraindicado en embarazadas o que estén en período de lactancia. No se aconseja su realización en personas con problemas neurológicos.