La prótesis dental es una dentadura removible que se utiliza cuando se han perdido piezas dentales y debilitado las estructuras óseas. Las prótesis permiten a los pacientes volver a masticar, deglutir con normalidad, hablar sin problemas y mejorar la apariencia estética. Se fabrican a partir de un molde individual de la boca del paciente y logran adaptarse sin mayores complicaciones. Es aconsejable mantener ciertos cuidados como una limpieza profunda diaria y dejar de usarla durante la noche para aliviar la presión de la mandíbula.
La intervención
Además de contar con resultados inmediatos y duraderos, aunque no permanentes en el tiempo, es un tratamiento que permite recuperar la funcionalidad de la dentadura. En cuanto a efectos secundarios es posible la aparición de hematomas, hinchazón, dolor o infección. En casos muy extraordinarios, es posible que se produzca daño al nervio o fractura mandibular.
La intervención
Además de contar con resultados inmediatos y duraderos, aunque no permanentes en el tiempo, es un tratamiento que permite recuperar la funcionalidad de la dentadura. En cuanto a efectos secundarios es posible la aparición de hematomas, hinchazón, dolor o infección. En casos muy extraordinarios, es posible que se produzca daño al nervio o fractura mandibular.
Cuidados después de la intervención
Además de contar con resultados inmediatos y duraderos, aunque no permanentes en el tiempo, es un tratamiento que permite recuperar la funcionalidad de la dentadura. En cuanto a efectos secundarios es posible la aparición de hematomas, hinchazón, dolor o infección. En casos muy extraordinarios, es posible que se produzca daño al nervio o fractura mandibular.
Contraindicaciones
Las prótesis están contraindicadas en personas con problemas de cicatrización, coagulación, bruxismo, diabetes o trastornos psicológicos y psiquiátricos. Tampoco se recomienda en embarazadas o que estén en período de lactancia.