El drenaje linfático es una técnica de masaje manual que ayuda a eliminar el exceso de retención de líquidos del cuerpo. Se puede hacer también a través de aparatos como la presoterapia o la endermología. El drenaje linfático permite mejorar la calidad de la piel, la circulación sanguínea y a evitar la pesadez o cansancio de piernas. Se recomienda también como complemento para otros tratamientos como por ejemplo la cavitación, la radiofrecuencia y así también como tratamiento post operatorios de diferentes cirugías estéticas como la liposucción.
Mejora el sistema linfático
Ayuda a eliminar la retención de líquido y mejora la circulación
Elimina las toxinas del organismo
Alivia problemas de hinchazón
Es un tratamiento indoloro
La intervención
Se realiza un masaje sobre la zona a tratar, a través de presiones sobre la red linfática, que permiten reactivar la circulación. El especialista debe tener profundos conocimientos de anatomía y conocer perfectamente el funcionamiento del sistema linfático. El tratamiento suele durar entre 8 y 12 sesiones.
La intervención
Se realiza un masaje sobre la zona a tratar, a través de presiones sobre la red linfática, que permiten reactivar la circulación. El especialista debe tener profundos conocimientos de anatomía y conocer perfectamente el funcionamiento del sistema linfático. El tratamiento suele durar entre 8 y 12 sesiones.
Cuidados después de la intervención
Se recomienda beber abundante agua y seguir una dieta abundante en frutas y verduras, además de complementarlo con la realización de ejercicio físico moderado, como caminar.
Contraindicaciones
Este tratamiento no se recomienda en pacientes con trombosis, flebitis, problemas vasculares severos o enfermedades crónicas de la piel. Tampoco en quienes padecen asma, hipotensión, hipo o hipertiroidismo, insuficiencia renal y cáncer. Donde el especialista deterinará si es posible acceder a este tratamiento en estos casos.