La depilación láser permite la eliminación progresiva del vello y se puede aplicar en cualquier zona del cuerpo como axilas, piernas, rostro, inglés, etc. Existen varios tipos de láser y la efectividad de uno u otro depende del tipo de piel, del color del vello y de la potencia de onda del láser. El láser a diodo suele ser indoloro pero requiere muchas sesiones, mientras que el láser Alejandrita es ligeramente doloroso y requiere entre 4 o 5 sesiones. La depilación con Luz Pulsada en cambio no se hace con láser y se suele llamar fotodepilación.
La intervención
Primero el paciente debe depilarse con cuchilla o máquina en las zonas a tratar, luego se le aplicará una delgada capa de gel para ayudar a que penetre la luz del láser. En algunos casos se utiliza crioanestesia o una pomada anestésica para disminuir las molestias del tratamiento. Al finalizar se aplica un calmante o una crema anti inflamatoria. Luego de unas dos semanas después, el vello se caerá.
La intervención
Primero el paciente debe depilarse con cuchilla o máquina en las zonas a tratar, luego se le aplicará una delgada capa de gel para ayudar a que penetre la luz del láser. En algunos casos se utiliza crioanestesia o una pomada anestésica para disminuir las molestias del tratamiento. Al finalizar se aplica un calmante o una crema anti inflamatoria. Luego de unas dos semanas después, el vello se caerá.
Cuidados después de la intervención
Luego del tratamiento es muy importante evitar la exposición al sol, tampoco se recomienda practicar actividades físicas que impliquen contactos o roces de piel, ya que la piel se encuentra altamente sensible.
Contraindicaciones
La depilación láser está contraindicada en mujeres que estén embarazadas o en periodo de lactancia. También personas fotosensibles o con problemas de cicatrización (queloides) y cutáneos, ni en diabéticos.